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Español: La Correspondencia - Una mujer asesinada
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Source La Correspondencia de España 15.6.1907 pag.2
Author La Correspondencia de España
Español: Una mujer asesinada

Mas declaraciones

Ante el Juzgado de guardia han prestado declaracion ayer mañana algunos inquilinos de la casa donde se cometiò el crimen. Sus manifestaciones no han revestido importancia alguna en cuanto se relaciona con la persona que asesinò a Vicenta, pero arrojan alguna luz sobre la forma como fue cometida la agresion. La inquilina del piso inmediatamente inferior al que se cometiò el crimen ha manifestado que las primeras voces en demanda de auxilio, dadas por la victima, partiron del cuarto donde aquella se hallaba peinandose; habitacion situda en la parte interior de la casa, y que es cerca de la cocina. Despues oyeron distintamente correr por el pasillo que conduce al gabinete donde se cometiò el crimen. ?Fuè sorprendida Vicenta en el momento de estarse peinando por el individuo que le diò muerte? Hallabase con ella en aquella reducida habitacion, que no tenia mas muebles que una silla sobre la que habia colocado un trozo de espejo y un baño? Detalles son estos imposibles de precisar, pues no hay detalle alguno que pueda servir de punto de partida para deducion.

La vida de la victima.

Segun todas las referencias que se tienen de Vicenta, hacia una vida bastante retirada saliendo de casa poco. Su caracter era serio, poco inclinado a las bromas y con pocas personas tenia confianza. La portera de la casa de la calle de Tudescos y la vecina del piso tercero derecha eran las unicas personas con las que se trataba. Especialmente con la ultima tenia trato continuo y de intimidad. Los camareros del cafè de Varela, que frequentemente la servian cafes y almuerzos, manifiestan que casi siempre estaban las dos puertas de ambas habitaciones abiertas cuando ellos llevaban los servicios, y las vecinas de los dos pisos tercero estaban indistintmente en uno o en otro cuarto. Se ha comprobado por declaraciones posteriores que a Vicenta le hacian comida en casa de Matilde Moreno [Merellò] desde el verano ultimo, pagando la victima del crimen dos pesetas diarias por este servicio.

La Perra.

No es tan fiera como se supuso en los primeros momentos la perra que en su casa tenia Vicenta. Se trata de una perrita pequeña y bastant vieja, que unas veces extreñaba las manifestaciones de cariño con las personas conocidas, y otras apenas las hacia caso. En cuanto a instintos feroces y caninos, no parece que acostumbrada a tenerlos, segun han manifestado algunas personas de la intimidad de Vicenta.

Varios anonimos.

El protector de Vicenta Verdier recibiò hace algun tiempo un anonimo en el cual le decian que su protegida mantenia intimas relacioes con otro sujeto, detallandole el sitio y la hora a qu solian verse. No hizo caso de este anonimo el protector de Vicenta, y pasados que fueron algunos dias se lo contò, y entonces ella le ensenò otro anonimo, escrito al parecer por la misma persona, y en el cual le amenazaban con contarle a su amante las infidelidades que con el cometia, si no le daba algun dinero. Ningun caso hicieron de estas amenazas ni de tales denuncias, no sospechando quien fuera la persona que se las habia mandado, viendo solamente que se trataba de alguien que las conocia bien, pues al sitio donde suponia el autor de los anonimos que iba Vicenta con su amante incognito, era la casa de la modista de aquella. Pasò algun tiempo y volviò a recibir el protector de Vicenta otra carta, esta vez firmada, pidiendole una pequeña cantidad de dinero, que debia entregar en el mismo sitio en que suponia tenia Vicenta sus entrevistas con su amante. A los pocos dias recibiò Vicenta otra carta pidiendole 50 pesetas, que habria de mandar a la lista de correos. Esto demuestra la existencia de una persona deseosa de sacarle dinero a Vicenta, aprovechando las condiciones irregulares en que se hallaba con su protector. Aunque nada puede afirmarse, bien pudiera suceder que esta misma persona no fuera extraña al crimen.

Los bienes de la victima.

Seguramente el autor del crimen supuso que Vicenta Verdier tenia en su poder alguna cantidad, si no crecida, por lo menos de relativa importancia. Esta creencia era completamente infundada. Vicenta Verdier recibia 250 pesetas mensuales de su protector, con las cuales tenia que atender a todos sus gastos. Este mes no le habia dado todavia mas que 75 pesetas, y, por lo tanto, no podia tener casi dinero en su poder cuando fue asesinada.

Las alhajas.

Mucho se ha hablado de las alhajas que poseia Vicenta y que le han sido robadas por su asesino. Al decir del protector de la infortunada mujer, la mejor de todas sus joyas era una sortija de lanzadera, que le habia costado 50 duros en una casa de prestamos, harà proximamente dos años. Las demas sortijas eran de poco valor y adquiridas de ocasion.

El criminal.

Continua sin haber pista alguna que pueda servir para averiguar quien haya sido el autor de la muerte de Vicenta. Fuga atraves de los tejados de las casa (…?...) sigue siendo otro misterio ignorandose tambien el sitio por donde consiguò salir a la calle. Lo probable es que el criminal lograra ganar una ventana que desde un tejado proximo da a la escalera de la casa numero 10 de l calle de Silva. Por alli es facil la bajada, y la ventana estuvo abierta anteayer durante todo el dia. Las vecinas de los pisos superiores de la indicada casa afirman que desde las doce del dia, hasta las tres de la tarde, estuvieron andando constantemente por los pasillos de la escalera, sin que en todo este tiempo vieran que persona alguna se asomaba a la referida ventana. La casa numero 12 de la misma calle de Silva tiene una claraboyas en su pasillo del piso ultimo cuyos cristales se abren por la parte del tejado, y que una vez abiertas dejan espacio suficiente para que por ellas pueda pasar un cuerpo, siendo muy facil deslizarse desde el tejado al pasillo. Aquellos pasillos estan bastante alejados de los cuartos habitados y, por lo tanto, la huida es facil, sin inspirar sospechas.

El Juzgado.

El juez de guardia Sr. Martin Marin que estuvo trabajando en este asunto hasta momentos antes de terminar las horas de guardia, entregò a las doce las diligencias al Juzgado del distrito del Centro, que es a quien corresponde la instruccion de este proceso. Inmediatamante de encargarse de los actos comenzò a estudiarlos detenidamente el juez instructor para determinar las diligencias que proceden.

La Policia.

El Sr. Millan Astray y la policia a sus ordenes trabajan sin descanso para dar con algun detalle que pueda ponerles en la pista del autor del misteroso asesinato de Vicenta Verdier. Hasta las tres de la tarde todas sus gestiones y su actividad toda no habian conseguido obtener ni el mas insignificante detalle que pudiera ser considerado como base para el esclarecimiento del incognito criminal.

Un registro.

El Juzgado del distrito del Centro se ha constituido ayer tarde en la casa del crimen y ha practicado un minucioso registro. De este se han obtenido algunos datos de pequeños interes. En el cajon de una comoda se ha encontrado un pantalon y una capa usados, de los cuales el primero por lo menos, por las pequeñas dimensiones de sus medidas no es presumible que sea de la pertinencia del señor agente de Bolsa que protegia a la victima, el cual es bastante grueso de cuerpo. Tambien se encontrò una papeleta de un reempeño de otra del Monte de Piedad, de la lanzadera de brillantes que se supuso robada en los primeros momentos. Estos se supo por los datos facilitados en la casa de prestamos donde estaba depositada aquella. En un cajon se ha encontrado varios borradores de certas escritos en estilo muy apasionado, sin direccion, ni señas de ninguna clase. Ha sido detenido un individuo que ha sido puesto en libertad por no resultar cargo alguno contra el. El Sr. Milan Astray ha sabido quel en la costanilla de los Angeles vive una intima amiga de Vicenta Verdier, y alli ha marchado a tomrle declarcion un inspector de policia.

Sigue el misterio.

Durante toda la noche ultima la policia ha continuado su labor, realizando investigaciones y registros, que han resultado totalmente infructuosos.

Para hoy estan preparados nuevos servicios; pero no se tiene pista alguna que pueda dar a los trabajos policiacos el menor resultado.

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