Español: EL CRIMEN DE LA CALLE DE TUDESCOS

Siguen las declaracionse – El matrimoniol Romillo – Carcos y testigos – La señora de Romillo conocia a la Vicenta Verdier? – Auto de prision – Juez que cesa.

A las cinco, hora anunciada para empezar sus trabajos el Juzgado, se veia ocupada por distintas personas, el ancho portalon que sirve de entrada al antiguo edificio de la calle de Quiñones destinado a carcel de mujeres. Entre los numerosos testigos llamados a declarar. se encontraba Faustina, hermana de la Verdier, acompañadas de varias vecinas de la calle de Tudescos. En su cara se notan las huellas de la ansiedad que estos dias la animan, allì estaba esperando a piè firme lo mismo que otras personas que con el fin de declarar han sido llamadas, nosotros no sabemos si es que no hay sitio mas a proposito o es que la galanteria es escasa en aquel sitio. Tambien y en los bancos de una habitacion proxima a la sala, llamada de los magistrados, se encuentra el matrimonio Romillo, que ha sido llamado para prestar declaracion, siendo sus declaraciones importantes, por haber sido el amante de la victima. Media hora mas tarde, es llamado a presencia del juez el Sr. Romillo, el que declara cerca de dos horas, teniendo durante ese tiempo repetidos careos, con distintos testigos. Uno de los distintos careos fuè con la hermana de la victima, careo de escasa duracion por el estado de exicitacion de que estaba poseida Faustina. Tan pronto como terminò su declaracion, pasò la señora de Romillo, la que parece que manifiestò que no conociò a la victima hasta despues de su matrimonio. Quiso el Sr.Juez eclarecer este extremo, por lo que ordenò la comparencia a presencia de la declarante, de Candida Carrasco, dueña de una tienda de muebles enfrente de la casa donde ocurriò el crimen. Candida manifestò, que en cierta ocasion se presentò en su casa la señora de Romillo preguntando por una palomilla, estaba examinando varias cuando de una manera rapida dejò la tienda, manifestando que volveria luego, observando la dueña de la tienda que iba en alcance de la Verdier. Mantuvieranse firme ambas en sus declaraciones, dando el juez por terminada la anterior diligencia, ordenando compareciese para su careo Matilde Otero que fuè puesta delante de la mujer del Sr. Romillo. Siguò a esto el desfile de varios testigos, entre ellos el exinspector de Policia Sr. Fernandez que actualmente desempeña el cargo de jefe en Zaragoza. A las nueve diò por terminado el juzgado su mision en la carcel de mujeres, dando el Sr. Laguardia, ante de salir, auto de prision contra la señora de Romillo. Dura y ardua ha sido la labor de citado señor juez para poder llegar al exclarecimiento del crimen antes de que cesase en su cargo; pero la fatalidad, que persigue a la Verdier, despues de muerta, no ha permitido que se llegue tan pronto al descubrimiento del suceso. Pretendia el Sr. Laguardia tener proxima a su desenlace la causa, al cesar en el dia de hoy de actuar como juez, por hacerse cargo de las diligencias de la cuasa el juez proprietario D. Felipe Torres, pero aun queda en el misterio de las ombras el asesino que a la una del dia, en una casa de vecindad, y en calle centrica matò cobardamente sin que las autoridades hayan podido dar con el autor de tan repugnante delito. Mucho esperamos de la activa diligencia que acompaña al Sr. Torres, deseandole vivamente un triunfo rapido que por ser de justicia lo seria de todos.

Juez especial

Segun publica El Mundo de anoche se cree seguro que serà nombrado un juez especial que entienda en la causa.

Tal determinacion si llegarà a efectuarse obedeceria a los trabajos llevados a efecto por el Sr. Muñoz Torroba, abogado de Jose Maria Gonzalez.