Español: Gral. EP César Landázuri Patrón

Nació en Lima el 4 de Junio de 1877 con el nombre de Francisco César, hijo de don Rafael Landázuri Pérez y nieto de don Manuel de Landázuri y Guillén. Realizó sus primeros estudios en el Liceo Universitario, destacándose desde un principio por sus actitudes sobresalientes, y captándose por su moralidad e inteligencia el aprecio de sus profesores, obteniendo altas notas en exámenes y concursos. Al morir su padre, Magdalena Patrón su madre, se casó con el abogado José María Barrios Sanfilio, en contra del deseo de su hijo y a pesar que el padrastro le ofreció toda ayuda, al joven César sin dinero la única oportunidad que tuvo fue la carrera militar y así en 1893 ingresó con solo 15 años de edad, como “soldado distinguido” al Regimiento de Artillería 2 de Mayo, comandado por el coronel Manuel Nieto, de los Marqueses de Sancho Dávila, hasta 1895 en que ascendiendo a Sargento Segundo y luego a Sargento Primero; en el Regimiento de Caballería número 9. En ese año el Sargento César Landázuri se casó con la Srta. Celinda Romero Kent hija de Andrés Romero y Petronila Kent con quien tuvo siete hijos. Celinda, Víctor César, Lidia, Luzmila, Alicia, Rafael y Lucila Landázuri Romero.

Ingresando a la Escuela Militar, como oficial alumno por un año. Cuando llegó al país por primera vez la “Misión Militar Francesa”, El Presidente de la República por Decreto Supremo lo ascendió a la clase de alférez de Caballería del Ejército al Sargento Primero César Landázuri Patrón en atención a sus méritos y aptitudes. Firmado y refrendado por el Ministro de Estado en el despacho de Guerra y Marina en la Casa del Gobierno, Lima 1 de agosto de 1899. Y por el presidente Nicolás de Piérola y el Ministro de Guerra y Marina José A. De la Puente. Luego ascendió don César Landázuri Patrón a Teniente de Caballería, firmado por el Presidente de la República “Eduardo López de Romaña” el 27 de Julio de 1903. Ascendido a la clase de Capitán de Caballería con ocho años en la Escuela Militar que le merecieron distinciones y preferencias, hicieron del Capitán Landázuri un oficial pundonoroso y un militar de honor y de estudio. El 27 de Julio de 1907, firmado por el Presidente de la República Don José Pardo y por el Ministro de Guerra y Marina hasta 1909. en que pasó a la casa Militar del Presidente. Ascendió a Sargento Mayor de Caballería el 1 de Febrero de 1912, firmado por el Presidente de la Republica “A. B. Leguía”, Ministro de Guerra y Marina Juan de la Torre. Fue nombrado Instructor de Caballería y de Equitación e Hipología y como ayudante del general Paúl Clément Jefe de la Misión Militar Francesa, concurrió a las maniobras militares efectuadas en Jauja y pasó a ser el Edecán del Presidente Augusto B. Leguía de 1908 a 1912, ascendiendo a Sargento Mayor en ese año; luego fue Adscrito al servicio de Remonta luego al Estado Mayor General del Ejercito y como segundo Jefe del Regimiento Húsares de Junín N° I. Nombrado Jefe del Batallón Montaña destacado en Madre de Dios, donde fue enviado en misión delicadísima a Cobija y Ribera Alta, logrando arreglar con el Delegado de Bolivia doctor Araos el emplazamiento de las guarniciones en los ríos fronterizos y la devolución de las ametralladoras y fusiles que las tropas bolivianas le quitaron a los soldados peruanos en el encuentro de Illampú. De vuelta en Lima, se mostró adverso al golpe militar del 4 de noviembre 1914. y lo implicaron en una conspiración presuntamente dirigida a sublevar la Escuela Militar el 14 Junio del mismo año, sufriendo prisión y un sensible atraso en sus ascensos.

CRUEL INJUSTICIA

El 10 de julio de 1914 el Mayor César Landázuri Patrón, fue detenido en la puerta de su casa al buscar medicinas, para su esposa enferma, y de la comisaría de Barranco fue trasladado al Panóptico, sin siquiera permitirle que le llevaran comida de la calle. A pesar que el Juez militar Coronel Román en cuatro instructivas comprobó que el mayor Landázuri no tenía ninguna culpabilidad, no le devolvieron la libertad. La señora Celinda de Landázuri se quejó de la continua vigilancia a su casa, por la policía y que al menor descuido se introducían a las habitaciones interiores y sorprendían a la familia en sus quehaceres domésticos, sólo un día que los dejaron visitar a su esposo, se sobrepuso y consoló a sus seis menores hijos, pero días después le negaron la entrada a la señora Celinda de Landázuri quien le hizo llegar la siguiente emotiva despedida:

César: “Viendo que la muerte se acerca, pues me encuentro gravísima, deseo verte, pero tus carceleros me lo niegan, Adiós, recuérdate de mí” firmado Celinda.

En el lecho de muerte de la señora Landázuri, se encontró el recurso que tenía para presentar al Juez Instructor, “En que reclama que ya habían pasado 40 días y que no se había encontrado ninguna prueba o sea que nada justifica señor Juez que lo priven de su libertad, en estos momentos en que nuestro hogar sufre la desgracia de perder uno de sus queridos hijos, como comprueba la partida de defunción y la grave enfermedad que a mi me aqueja”. El 22 de julio de 1914 fallece su menor hija de tan solo 45 días de nacida Lucila y el 25 de Julio de 1914, se produjo la dolorosa muerte de la señora del Mayor Landázuri al que le dieron una “libertad tardía” a pesar de que se llamó al Comisario de Barranco, quien acudió y vio a la señora que agonizaba con sus tiernos hijos el mayor de 8 años, que lloraban desconsoladamente. El señor Cossío viaja a la capital y le anuncia al coronel Benavides lo que acontece. A las dos de la madrugada, fallece la señora Celinda de Landázuri y se dió aviso por teléfono a Palacio y el coronel Benavides recién ordena su libertad por 10 días. El mayor se trasladó a Barranco para acompañar a sus hijos y consolarlos alrededor de su madre fallecida. La lealtad comprobada a la causa del Señor Leguía, que acompañó en su primer gobierno como ayudante de campo y su invariable adhesión le granjearon enemistad con los gobiernos de los Señores Billinghurs, Benavides y Pardo, a quienes negó su apoyo, porque su dignidad de Militar pundonoroso le era antipatriótico poner su espada al servicio de ignominiosas dictaduras y por eso se entorpeció su ascenso a Teniente Coronel acordada unánime y repetidamente por el Congreso, primero por el Gobierno del General Benavides y luego por el del Señor Pardo. Su lealtad y entereza lo hizo blanco de la injusticia de dichos gobiernos, el primero de los cuales por temor y maledicencia lo redujo a larga prisión, en razón de su simpatía por la causa del señor Roberto Leguía, fue mientras duraba su incalificable encierro en que murió su esposa, dejando en la orfandad a seis menores hijos.

Iniciado el Movimiento Patriótico a favor de la Restauración en el poder del Señor Leguía receloso del Mayor Landázuri el Gobierno del Señor Pardo de abre una campaña injusta contra este militar, que con patriotismo renuncia al puesto que había sido nombrado y presta su valioso contingente a la revolución que culminó con el exitoso Movimiento Revolucionario del 4 de julio de 1919, encabezado por Augusto Bernardino Leguía que inmediatamente le confió al Mayor Landázuri la jefatura de su Casa Militar y como la Asamblea Nacional acordase premiar sus servicios y rectificar la pasada postergación, fue pronto ascendido por el Presidente de la República.

En decreto de la fecha se extiende el despacho de Teniente Coronel de Caballería del ejército al Mayor de la misma arma don César Landázuri Patrón el 12 de Julio de 1919. Firma del Presidente A. B Leguía y el Ministro de Guerra y Marina C. Abrill. Terminando así con el despotismo y venganza del régimen caído que se negó a hacerlo. “Se premia ahora una labor paciente de esfuerzo patriótico y se repara una injusticia que propios y extraños rechazaron indignados, pues se trata de un militar que ha hecho su carrera con cariño y cada grado que luce es un mérito y prestigió adquirido merced a su capacidad y su actitud siempre enhiesta y digna”