Español: Mi homenaje

Al distinguido caballero don Ramón Serey Rojas

Habría querido decir algunas palabras para despedir los restos de don Ramón Serey; no pude hacerlo y un sentimiento de lealtad y acaso de gratitud me obliga ahora a rendir un último homenaje a ese hombre que no fue mi correligionario que no podría talvez decir que fue mi amigo, pues muchas veces chocaron nuestras opiniones, pero que siempre admiré por su esfuerzo, su falta de egoísmo, su ambición para su ciudad y su terruño, que lo llevaron en un arranque de generosidad y profesía a fundar el Partido Regionalista que a través de muchos años y bajo su inagotable actividad ha contribuido poderosamente al progreso de Illapel Lo ví por última vez en su lecho de enfermo, lejos de su tierra, físicamente caído, pero preparándose con esa hombría que fue suya, a afrontar el paso siempre difícil que lleva al más allá. Su vida fue dura y templò su energía en trabajo constante y múltiple que jamás rehuyó. Duro para consigo mismo, supo sin embargo derramar en torno suyo comprensión, ayuda y bondad. Muchas veces lo ví llegar junto a un enfermo y devolverle la salud más que con sus sencillas medicinas, con su voluntad de mejorarlo y su contagioso buen humor. Cristiano sincero, formó un hogar modelo y junto a ello, con su valentía y con fé entregó a Dios su vida asegurando así la reunión de la eternidad. Hombres como este dejan un vacío hondo entre nosotros, quiera Dios que su ejemplo perdure y su semilla sea fecunda.

MJYL

Mi homenaje, lo escribió don Manuel José Irarrázaval Larraín, los dueños de gran hacienda Illapel, de gran figuración social y política en el Chile de esos años.

Con motivo del fallecimiento de Ramón Cristino Serey Rojas