En www.flickr.com/photos/merceblanco/23727846652 puede apreciarse en detalle el gran deterioro de la cabeza y manos de la figura en primer término, que llora ocultando el rostro.

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Las inscripciones del monumento dicen que se realiza en memoria de Luisa Sancho Mata y de Baltasar Mata García, fallecidos en 1907 y 1879 respectivamente. Luisa Sancho Mata era sobrina y heredera de Baltasar Mata García.

Se conoce como panteón Guirao por el marido de Luisa Sancho, Luis Federico Guirao y Girada, hombre acaudalado, político, gran aficionado a la fotografía. (es.wikipedia.org/wiki/Luis_Federico_Guirao_Girada)

Recomendamos un breve documental donde María Manzanera, experta en su obra, nos acerca a la persona de Guirao y a su trabajo fotográfico www.youtube.com/watch?v=7viZWZc-kjY

Se trata de un complejo e impresionante grupo escultórico, en la actualidad notablemente deteriorado debido al material (piedra caliza) empleado en su construcción. Es obra póstuma de Agustín Querol (realizó el modelado en barro, el taller se encargó de su plasmación en piedra) y el arquitecto Ignacio Aldama Elorz.

"Destaca por el dinamismo y la evanescencia de sus diferentes relieves y figuras (catorce en total). La mayoría de ellas, agitadas por un movimiento ascendente y envolvente a la vez, rodean la cruz y el pedestal que les sirve de soporte, confundiéndose todos en una misma masa fluida... Hay que mencionar la magnífica rejería art nouveau que cierra la entrada de la cripta. Seguramente diseñada por el propio Querol ... y ejecutada en el importante taller de Francisco Torras Codina" (El modernismo en la arquitectura madrileña, Óscar da Rocha Aranda)

De las figuras, son "siete angélicas y siete humanas ... las formas angelicales de alas des plegadas, etéreas y celestiales se elevan hacia el cielo. El grupo más numeroso aparece al pie de la cruz donde un ángel conforta con sus enormes alas a un hombre, una mujer con su hijo y una mujer postrada de rodillas. El artista ... separa ampliamente las figuras humanas con el dolor y sufrimiento y los seres de luz confortándoles e iluminándoles. En niveles inferiores, y en diferentes alturas, se mezclan con seres terrenales que representan virtudes que el difunto ha podido practicar en vida como la caridad, el perdón,la compasión, la limosna..." (Un paseo por el arte funerario de la Monumental de San Isidro, M.ª Teresa Llopis y Candelarese, Revista Madrid Histórico nº 36, noviembre-diciembre 2011)