Español: En la sala Tiempos sin olvido: diálogos en el mundo prehispánico, que se encuentra en el primer piso, me encontré con varios elementos interesantes relacionados con rituales, tradiciones y símbolos de diversas regiones del país. En particular, en la sección "El cuerpo como símbolo", llamó mi atención un sonajero con deformación craneana, acompañado de figuras que también presentaban deformaciones. La introducción a la exposición afirmaba que "en las sociedades prehispánicas, el cuerpo humano se concebía como una entidad orgánica y simbólica. En algunas comunidades, estos principios se expresaban a través de deformaciones musculares y craneanas. Las prendas de vestir, los ornamentos corporales y la pintura en la piel transmitían mensajes, expresaban conocimientos sobre la vida y el entorno cultural y ayudaban a establecer relaciones sociales." Resulta impresionante ver cómo el cuerpo humano ha sido un símbolo desde tiempos antiguos y cómo hoy en día se le atribuye un simbolismo totalmente diferente. En la actualidad, el cuerpo humano es categorizado, se utiliza para generar dinero, es visto desde una pantalla y debe tener un aspecto fijo para ser considerado estético. Es importante reflexionar sobre cómo las tradiciones culturales cambian con el tiempo y se convierten en algo más comercial, donde se cree que ciertas acciones son correctas sin cuestionar su impacto. Además, debemos valorar que algunas personas no tienen la capacidad de decidir sobre su cuerpo y que la sociedad tiende a criticar y juzgar los cuerpos.