Español: Se trata de adivinar el lugar de la fotografia..

Sé que habrás de llorarme cuando muera para olvidarme y, luego,poderme recordar, limpios los ojos que miran en el tiempo. ........(Machado)

EN MEMORIA DE LOS EMPLEADOS DE LA COMPAÑIA TELEFONICA NACIONAL DE ESPAÑA QUE HAN RENDIDO SU VIDA EN EL SERVICIO

Relieve en bronce homenaje a los trabajadores de Telefónica (1984), del escultor Francisco López Hernández. Expuesto en la sala de mapas, que conecta la parte histórica del edificio con la parte mas reformada, donde se puede observar una maqueta reflectante del exterior del edificio y un mapa de la red telefónica en España a finales de 1930, de Hipólito Hidalgo de Caviede

Entre los rasgos que caracterizaban a las telefonistas se encontraban su diligencia y rapidez a la hora de manejar los cables así como su discreción ya que podían enterarse de todo lo que se trataba en las conversaciones.

Hasta el nacimiento de la centralita telefónica automática, la conmutación se hacía con centralitas operadas manualmente por telefonistas, que conectaban las entradas adecuadas para establecer la conversación entre los dos usuarios deseados. El invento de Almon Brown Strowger, un simple enterrador de Kansas City, era un sistema de marcado en los teléfonos podía conseguir que la llamada se conmutase automáticamente

Mezclar el negocio funerario con el telefónico es aún más extraño que mezclar churras con merinas, y aún así, debe haber una explicación....y es que resulta que Strowger tenía un competidor en el mercado funerario de Kansas City que le estaba levantando la clientela, y finalmente nuestro protagonista comenzó a sospechar que era raro que casi no recibiese llamadas.

Por lo visto, la mujer de su competidor era telefonista en la centralita local, y redirigía a su marido todas las llamadas que preguntaban por ‘la funeraria’. Convencido de que debían ser los llamantes quienes tuviesen el poder absoluto sobre con quién querían comunicarse, desarrolló su invento.

Así con la ayuda de su sobrino Walter S. Strowger llevó a la práctica un sistema de conmutación del que solicitó una patente en 1889, que le fue concedida con el número US447918 en 1891.