Identifier: mariamemoriasdeu02fern (find matches)
Title: Maria (memorias de una huérfana)
Year: 1868 (1860s)
Authors: Fernández y González, Manuel, 1821-1888
Subjects:
Publisher: Madrid, Guijarro
Contributing Library: Robarts - University of Toronto
Digitizing Sponsor: University of Toronto

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rgo, estrechos senderos coronaban aquellas escarpadu-ras: senderos sin duda de cabras. —Sube, dijo María; pero no: antes dame algún oro. El marqués dio unas doscientas onzas á María. —Toma el cofrecillo de las alhajas, dijo la jóven: ahora marcha,deposita en lugar seguro todo eso. El marqués empezó á trepar rápidamente j con la misma faci-lidad con que hubiera adelantado por un terreno llano. Muy pronto estuvo á una grande altura. María le veia saltar de una roca á la otra como hubiera podidosaltar un gamo. Todos sabemos que el sér humano, en estado de sonambulismo,salva todos los obstáculos. Los ejemplos de sonambulismo natural son conocidos de todo elmundo. Se han visto y se ven personas que se levantan de noche, so-námbulos, casi desnudos, y salen al aire libre bajo un frió intensoy salvan obstáculos insuperables. Luego no se acuerdan de lo que han hecho. Pero jamás se precipitan, jamás caen. Tienen una lucidez y una seguridad y una agilidad maravi-llosas. I
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MARIA... 227 Se les ha visto pasar sin vacilar por esos troncos de árbol tendi-dos de la una á la otra parte de un barranco por donde solo pasanlas cabras, por los cuales no pueden pasar ni el pastor, ni el lobo,ni el perro, y aun muchas veces por la entrada única de un senderoasperísimo tajado por todas partes. No se conoce la razón de este fenómeno, como no se conocenninguna de las razones de los fenómenos del magnetismo. III. El marqués salvó de una manera segura, sin alterarse, todos losobstáculos que encontró ante sí, y que para él entonces no lo eran. En la base del cono truncado que formaba la cumbre de la mon-taña encontró una ancha grieta, que era la entrada de una gruta,que se ensanchaba majestuosa y magnífica después de la entrada. La montaña tenia sus alcázares. Esta gruta, con su caprichosa techumbre de estalactitas, era unaespecie de magnífico salón regio del gusto oriental. Parecía que se estaba dentro de un rudo pero magnífico remedode la sala de

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