Identifier: mariamemoriasdeu02fern (find matches)
Title: Maria (memorias de una huérfana)
Year: 1868 (1860s)
Authors: Fernández y González, Manuel, 1821-1888
Subjects:
Publisher: Madrid, Guijarro
Contributing Library: Robarts - University of Toronto
Digitizing Sponsor: University of Toronto

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Y tendió su mano á María. María se retiró aterrada. Habia visto algo terrible, algo siniestro, algo mortal en la mi-rada de Luis. —íSígueme, la dijo. —¡Miserable! esclamó el marqués volviendo en sí de su sorpre-sa y corriendo bácia Luis. Vé te: bas entrado aquí como un ladrón,con los piés descalzos para no ser sentido, cobarde. El marqués babia reparado que Luis tenia los piés desnudos. —Sí, me be introducido aquí valiéndome de una traición, paracastigar una traición infame que mata mi alma: la traición de unamujer. —¡Salga usted! esclamó María recobrándose. Salga usted ó llamo.Luis soltó una carcajada. —Llama, sí, llama, esclamó con voz ronca. ¿Qué encontraránaquí cuando entren? Un bombre que dirá á todo el mundo: Mirad:ese bombre que estaba escondido en esta casa, ese bombre con quienMaría pretende casarse, es un mónstruo, un miserable que no basido castigado por la justicia porque se ba defendido con la tumba:un asesino, un ladrón.
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MARIA. 519 VI. No era el marqués hombre que podia sufrir tanto.Avanzó con la rapidez del rayo, y dio una terrible bofetada áLuis. Este vaciló un momento, pero se rehizo, y sacando enrojecidode furor un rewólver, estendió su brazo hácia el marqués.María dió un grito horrible y se interpuso.En aquel momento partió el tiro.Sonaron dos gritos simultáneos. María y el marqués habían sido heridos por la misma bala: he-ridos en el pecho. —¡Ah! esclamó Luis arrojando el rewólver y lanzándose sobreMaría. ¡Herida! ¡tal vez muerta! —¡Oh! sí, sí... esclamó María llevándose la mano al pecho, de^cual salia la sangre á borbotones. Herida... muerta... Dios no haquerido que yo sea feliz. Y vaciló y cayó de costado. El marqués procuraba en vano tenerse de pié asido á María, ygritaba con todas sus fuerzas: — ¡Al asesino! ¡socorro! Luis se alzó pálido, terrible, aturdido. Se oia ruido de puertas que se abrían con violencia. Era ya la hora convenida para la cer

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